11 de agosto de 2016

Cine: Jason Bourne

The Strike Blog - Jason Bourne - poster
El director Paul Greengrass retoma la historia del agente Jason Bourne (Matt Damon) exactamente donde la dejó dos películas atrás. Lo hace ocupando el lugar que estaba reservado a la secuela de The Bourne Legacy, el universo expandido donde se presentaba a Aaron Cross (Jeremy Renner), otro agente traicionado y perseguido por la corrupta CIA en su intento de borrar todo rastro de un nuevo programa de adiestramiento de mercenarios.

En lo personal, la aventura de Cross me dejó indiferente. Lejos de despreciar a Renner como actor –está bien en The Avengers y estupendo en Mission:Impossible o American Hustle—, no acabé de empatizar con él porque era un poco... ¿cretino? Será cosa de gustos, pero no me convenció. De hecho, al principio aparece Jason Isaac interpretando a otro soldado y se me iluminaron los ojillos, conque imaginaos el chasco que me llevé cuando en dos minutos lo liquidan. En fin, sin necesidad de extenderme más sobre Legacy, me cuento entre los que se alegraron al saber que el tándem Greengrass/Damon estaba de vuelta.

Esta quinta entrega de la saga exige que el espectador tenga buena memoria y un conocimiento razonable del personaje. Con un flashback de apertura (la secuencia final de Ultimatum, la tercera película) dan por zanjado el asunto de ponernos al día; a partir de ahí, vía libre para repartir estopa mientras se van atando cabos.

En cuanto a los tortazos, abundantes y bien dados, quiero recalcar que Bourne se enmarca en el cine de acción y no el de espionaje. La mezcla de estilos de lucha cuerpo a cuerpo y la brutalidad de estos (práctica y coherente, dado el contexto) redefinieron el género hasta el punto de influir en el enfoque del Bond de la era Craig. No sólo eso, cada película es una persecución sin descanso que lleva al límite la imaginación de escenógrafos y montadores para sorprendernos con algo mil veces visto. En un panorama dominado por el absurdo y los efectos especiales, el tratamiento de Greengraas supone un soplo de aire fresco. Como muestra de genialidad, en esta hay una espectacular secuencia en Atenas que es pura adrenalina y justifica por sí sola el precio de la entrada. 


La trama también ha ganado en profundidad al colocar la actualidad política en primer plano —los disturbios de la citada escena, tan realistas que ponen la piel de gallina— y meter un dedo en la llaga de la seguridad de las aplicaciones móviles. No es en absoluto descabellado pensar que las grandes corporaciones nos la estén metiendo doblada de esta manera. De hecho, la credibilidad y veracidad de lo expuesto —no entro en detalles— da bastante miedo. Además, disponer de Vincent Cassel como antagonista es otro de los aciertos de la cinta, pues se trata de un gran actor de presencia carismática e inquietante.
 
The Strike Blog - Jason Bourne - Alicia Vikander y Tommy Lee Jones
No obstante, hay que decir que nos dan cal y arena. Si bien acabo de aplaudir la coherencia y la sobriedad de la acción en Bourne, me veo obligado a pegarle un tirón de orejas a una de las persecuciones: donde Atenas quita el aliento, Las Vegas da ganas de arrancarse los ojos de las cuencas. Parece rodada por el doppelgänger de Greengrass, ese tipo que se llama igual y físicamente es clavado a él, pero en realidad es un perturbado con un gusto próximo al de Michael Bay que llega al set de rodaje y monta un cifostio digno de The Fast & The Furious. Coches saltando por los aires. En masa. Tal cual. Si la escena fuese breve, podría pasarse por alto ya que en dos horas hay sitio para meter la pata, pero es larguísima y va de mal en peor. El arranque, un poco a lo Rambo 3, lo puedo tolerar. 
Sobre las nuevas incorporaciones, Tommy Lee Jones se pasea por ahí en modo de piloto automático (en serio, no aporta nada, cualquier tipo con cara de malas pulgas servía) y la agente especial Heather Lee, interpretada por Alicia Vikander, parece un equipo de CSI: hace de todo, esté justificado o no. Dirige operaciones, hackea, es agente de campo.... Para colmo, sus motivaciones se columpian entre lo gris y lo incomprensible. Esto no sé si es cosa mía, que no presté suficiente atención, del guion o de la actriz, así que utilizo el comodín de la entretenidísima The Man from U.N.C.L.E. para no elegir lo último.

Finalmente, jamás una franquicia le ha sacado tanto jugo a la amnesia. Siendo críticos, la constante de recuperar la memoria, cada vez un cachito más, y una fórmula casi idéntica (localizan a Bourne, le dan caza y él acaba con todos los malos mientras destapa una conspiración gubernamental) llevan repitiéndose con mínimas variaciones desde The Bourne Supremacy, la segunda del paquete. No estoy pidiendo una re-reinvención del cine de acción (eso lo hará Nicholas Cage a los 60, muy a lo Liam Nesson XD). Tengo claro que Bourne ha llegado hasta aquí siendo una de las mejores en lo que hace y en esta ocasión lo ha vuelto a demostrar —aunque creo que la presencia del Amor hacía mucho bien al torturado agente, ahora algo más frío e inhumano de lo habitual—. Cada entrega del personaje supone una cita ineludible para los amantes de la acción de corte más o menos realista, pero sería gratificante ver algún tipo de esfuerzo por innovar como en su día hicieron la primera y segunda parte.

The Strike Blog - Jason Bourne - Vincent Cassel 
Ese intento por crecer narrativamente sí que se vio en The Bourne Legacy, que lanzaba la propuesta de agentes potenciados mediante adictivas píldoras. Por eso, aunque celebro el retorno de Damon como Bourne, me incomoda la sensación de "hacemos como que aquí no ha pasado nada", tan de moda en reboots y secuelas tardías. Más allá de conjeturas, es difícil saber qué futuro le espera al agente Cross: ¿el ostracismo cinematográfico? ¿Un Cross-over con Bourne? (perdón por el chiste malo :p). ¿Y qué pasa con Bourne? ¿Le harán recuperar otro pedacito de memoria en la siguiente? Cruzar los caminos de ambos fugitivos les hubiera permitido explorar dos formas distintas de trabajar y, quién sabe, realizar un relevo de forma natural o acabar por completo con esa posibilidad... porque el trabajo en equipo no es precisamente el fuerte de ninguno de ellos. Antes he dicho que Cross era un poco cretino; aunque no me cuesta imaginar a Bourne quitándolo de en medio (por principios, ya sabéis :p), lo más productivo sería convertirles en frenemies y mantener una doble franquicia con estrella invitada de lujo. En cualquier caso, la suma de talentos es una vía que tanto Legacy como Jason Bourne parecen dejar pasar de largo, al menos de momento.

En conclusión y para dejar de divagar, Jason Bourne es una película notable. Parece que tenemos agente amnésico para rato y, cuando se vuelva a dejar encontrar por la CIA en dos o tres años, no pienso perdérmelo.

¡Saludos!

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